Mi piel guarda memoria de tu piel.
Nuestra historia (a la gran puta no hay quien la detenga), son palabras que arden y se apagan al ritmo del parpadeo de la memoria.
El susurro de la luna, tus tetas de cristal, las estalactitas del recuerdo, el deambular de la pluma mal caligrafiando y ensuciando la hoja blanca, el color naranja del verano...también son la lluvia golpeando el tambor de la memoria.
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